Las clases 9 y 10, impactadas por la obra “Electra”

El viernes 15 de noviembre, las clases 9 y 10 del DSLPA acudimos al teatro Cuyás para asistir a la representación de la obra “Electra”, basada en la tragedia sobre el mito griego.

La historia estuvo representada solo por tres actores que interpretaron numerosos y distintos personajes. En ella, se deja un espacio abierto a la imaginación del espectador mediante el uso de cucharas destinadas a las máscaras y a la interpretación.

Respecto a la escenografía, el escenario se mostró completamente vacío, lo que supuso una opción interesante debido a que era el propio espectador quien tenía que ir creando los espacios donde transcurrían las acciones.

En el suelo se podía observar una gran cantidad de cucharas con las que los personajes jugaban continuamente. Eso fue para mí lo más sorprendente, extraordinario y a la vez innovador. Nunca me hubiera imaginado todo lo que se podía hacer con este utensilio, desde tejer hasta utilizarlas como espadas… Además, eran ellas las que sustituían las antiguas máscaras del teatro griego porque, dependiendo de dónde las colocaran los actores, identificaban a un personaje u otro.

Al principio, es verdad que fue un poco complicado y confuso, solo se veían cientos de cucharas y el cambio drástico de personajes confundía. Sin embargo, durante la obra todo fue tomando sentido y se fue comprendiendo.

El vestuario no sobresalía, era neutro y cómodo, lo que posibilitaba gran parte de los movimientos y gestos de los actores, que eran lo más importantes porque con ellos se entendía e interpretaba la obra.

En mi opinión, merece la pena ir a ver la obra teatral “Electra”. Nos abre la imaginación y nos permite desarrollar nuestra creatividad. A pesar de que sea una tragedia, la compañía portuguesa Companhia do Chapitô ha realizado una versión cómica, por lo que es una opción ideal para entretenerse y divertirse.  Sin embargo, no la recomendaría a niños menores de diez años, puesto que el argumento y la puesta en escena, aunque sean interesantes y sorprendentes, son complejos de entender.

Lorena Ramos Tapia, clase 9c