Descubriendo el mundo de los dinosaurios: un proyecto de “Las Ranas”

Durante varias semanas, los niños y niñas de “Las Ranas” se embarcaron en una apasionante aventura prehistórica: el proyecto de los dinosaurios. A través de diferentes actividades lúdicas y experimentales, exploraron cómo vivían estos animales, qué comían, cómo se movían y por qué desaparecieron.

Desde el inicio, el interés surgió de las propias preguntas de los niños: “¿Eran grandes?”, “¿volaban?”. A partir de esas curiosidades, se planificaron experiencias que combinaron la creatividad, la observación y la experimentación.

Una de las actividades más divertidas fue la creación de sus propios dinosaurios con pintura y la huella de sus pies. Cada niño/a diseñó su criatura, le puso nombre y explicó cómo se movía o qué comía. Este ejercicio permitió trabajar la imaginación, el fomento del alemán y la motricidad fina.

También se elaboraron fichas técnicas de diferentes dinosaurios, en las que los/as pequeños/as científicos/as registraron información sobre su tamaño, color, tipo de alimentación y hábitat. A través de imágenes y juegos de clasificación, aprendieron a comparar y organizar datos, desarrollando así su pensamiento lógico y su vocabulario.

Otro momento destacado fue la búsqueda de huevos de dinosaurio, una actividad de exploración y juego simbólico que despertó la emoción y la curiosidad. Al “encontrarlos” y abrirlos, descubrieron pequeñas figuras, lo que dio pie a hablar sobre los diferentes dinosaurios y sus características.

Finalmente, realizaron un experimento con un volcán, observando cómo se producía una erupción con materiales sencillos. La mezcla de vinagre, bicarbonato y colorante generó una reacción sorprendente que les permitió introducir conceptos científicos básicos como la causa y el efecto, y reforzar la observación del entorno natural.

El proyecto de los dinosaurios fue mucho más que una serie de actividades: fue una experiencia de aprendizaje significativo, donde la curiosidad infantil se convirtió en motor del conocimiento. A través del juego, la exploración y la experimentación, los niños y niñas se convirtieron en pequeños investigadores del pasado… y descubrieron que aprender puede ser tan divertido como imaginar un mundo lleno de dinosaurios.